» Juliette y yo solíamos pasear juntos por las orillas del Sena, cogiéndonos de la mano y besándonos, mirándonos a los ojos. Era como cosa de magia, como si estuviera en una especie de trance. Fue la primera mujer a quien amé a un nivel de igualdad entre seres humanos. Me dolía abandonar París, porque cada noche iba a los clubs con Sartre y Juliette y nos sentábamos en las terrazas de los cafés y bebíamos vino y comíamos y hablábamos. Juliette me pidió que me quedara. El propio Sartre dijo: Por qué no os casáis? .Pero no lo hice. Me quedé una o dos semanas, me enamoré de Juliette y de París, y después me marché».
Son palabras de Miles Davis que reproduzco hoy, que me he enterado que la musa del existencialismo se nos fue el pasado día 23 de septiembre. Reposa ya en Montparnase. Estaba cantado que se iría en otoño.
Con este motivo os doy hoy doblemente la palera.