Nacida en 1924, se inició en el gospel y también en la iglesia, en este caso, como pianista en las de Chicago. A los 15 años ganó un concurso de canto de aficionados y en 1942, cuando tenía 18, la conoce Fats Waller. Al año siguiente es el vibrafonista y director de orquesta Lionel Hampton el que la contrata. Graba en 1945 un disco de blues, para Apollo, convirtiéndose en la gran figura de esta discográfica e ídolo del público negro. Como en el caso de Etta James James tampoco se la puede identificar con un estilo determinado. Domina el blues, el Rhythm and blues, el soul, el jazz, etc., y aunque se siente cómoda arropada por una Big Band, como se demuestra en muchas de sus grabaciones, como por ejemplo con la orquesta de Quincy Jones, también deja sentir su personalidad apabullante en combos como los de Clifford Brown, Clark Terry, Benny Golson, o acompañada por el trio de Wynton Kelly. Fue dueña de varios cabarets en el distrito de Harlem.
Su vida fue algo tumultuosa, fiel partidaria del matrimonio pues se casó seis veces. Quién da más? Dejó seis viudos en 1963.
Os dejo con “Queen of the blues”, y os deseo buen jueves y mayores cuidados.