Neoyorkino de 1.951, se inició en el estudio de la música clásica, lo que se aprecia nada más oírlo, si bien se decantó por el jazz cuando estudio en escuelas del género de la Gran Manzana y de Boston. Aunque su formación más habitual es la del trío, liderando el mismo desde hace mas de veinte años, lo cual no es nada común, también ha estado en formaciones de sexteto o en dúo con guitarra o saxo alto. Tocó con Charlie Mingus y con Archie Shepp, en sus inicios y también en la orquesta de Mel Lewis. Todos son palabras mayores.

Su forma de tocar, de atacar las baladas, los estándares, invitan a la introspección, permítaseme la cursilada, tal vez por su sentido de la melodía, su lirismo y su especial delicadeza. Tiene además una gran capacidad pedagógica y una peculiar forma de dar las masterclass, según he podido indagar buceando en las redes.

Os propongo la escucha de temas suaves, relax para la mitad de la semana. Tampoco es para que os durmáis… Bueno, ahí va Kenny Werner, la delicadeza por bandera.

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