El talento irreverente | Cole Porter, Broadway, Hollywood, música

Son muchos los músicos de todo pelaje que son deudores de Cole Porter. Son innumerables las creaciones con música y letra de este genial compositor, nacido en el estado de Indiana en 1891. De pequeño escuchaba la música de Cole Porter en el tocadiscos de casa y la he visto bailar a mis padres. “Beguin te Beguine”, ” Night and Day”, “Love for sale”… Tengo en la retina esos momentos divertidos,

Obvio es que sus composiciones trascienden el cancionero estadounidense al que enriqueció sobradamente. El universo del jazz debe mucho a Porter. Pocos son los músicos que se resisten a abordar sus temas, e incluso algunos dedican un disco completo a interpretarlas. E igual se puede predicar en el mundo de los crooners. Desde los 6 años Porter tocaba el piano, después aprendió a tocar el violín y a los 10 compuso una opereta. El chico apuntaba alto desde el principio. Atendiendo a los deseos de su millonario abuelo, accedió a la Facultad de Derecho de Harvard en 1913, pero al año siguiente se fue a la Escuela de Música de la misma universidad. ¡Sabia decisión¡ Sus primeras obras para Broadway no fueron exitosas y nuestro hombre se fue a París a estudiar armonía y orquestación, y a ejercer de playboy. Hay dudas sobre su participación en la Primera Guerra Mundial. Él cuenta que se alistó a la Legión Extranjera, pero es posible que sólo condujera una ambulancia en la “Ciudad de la Luz”. Sí es cierto que en la capital francesa se casó con una rica divorciada, aún siendo homosexual. De vuelta a Broadway estrenó el musical “Paris” en 1928 y a partir de ahí, su carrera fue fulgurante, aunque alternara éxitos y fracasos. Montando a caballo en 1937 se partió las piernas, y a pesar de sufrir cuarenta operaciones o mas, padeció dolores toda su vida, con la consiguiente depresión. Con Porter se estrenó el tratamiento de electrochok, para esta enfermedad.

“Kiss me Kate”, ” Jubilee”,”High Society”, fueron grandes éxitos. En este último musical participan Bing Crosby, Grace Kelly y Frank Sinatra. Aunque nominado varias veces a un Oscar, nunca lo consiguió. En 1958 sufrió la amputación de una pierna, y se retiró a su apartamento de las Waldorf Towers de New York, donde sufrió graves quemaduras, al quedarse dormido fumando en la cama. Cuentan que al ser ingresado, a un empleado que le preguntaba por su religión para cumplimentar un formulario, le contestaba reiteradamente : “ninguna, ninguna”. Murió el 13 de octubre de 1964 por una insuficiencia renal; pero su música es eterna.

Publicaciones Similares