Ethel Waters | The Constitutional Walking Tour of Philadelphia

Me gustan las voces antiguas, las grabaciones de aquella época y me gusta la voz de Ethel Waters, perfecta dicción, amplio registro, con matices y con sentido del humor. Nacida en 1.896 en Pensylvania, llevó una infancia difícil, siendo criada por su abuela y unas tías. La ausencia de la niñez y la pobreza le marcaron siempre como recuerdos personales imborrables. Se casó a los trece años, pero pronto se divorció maltratada por su marido, poniéndose a trabajar como empleada de hogar. Debutó siendo todavía una niña con el nombre de “Baby Star”, para después inclinarse por el vodevil con el nombre de “Sweet Mama Stringbean”. Fue cantante  con diferentes orquestas entre ellas las de Fletcher Henderson, Duke Ellington, Benny Goodman, Guy Lombardo, Bing Crosby…alcanzando fama y notoriedad en el Cotton Club y en Broadway, llegando a ser la cantante mejor pagada de la escena neoyorkina.

Hizo sus pinitos en el cine y fue pionera, en su condición de afroamericana en muchas actividades, la primera en protagonizar su propio programa de televisión, la primera en ser nominada a un premio Emmy, la primera en integrarse en Broadway. En sus últimos años se entregó al cristianismo y solía acompañar a un predicador.

Tres veces se casó y tres se divorció, y al final tuvo por amante a una bailarina Ethel Williams, actuando juntas en el escenario en un espectáculo llamado “The Two Ethels”.

Un cáncer de útero y una insuficiencia renal se la llevó de este mundo a los ochenta años.

Sin duda Ethel Waters, por estos pagos bastante desconocida, ocupa un lugar muy relevante en el jazz, en la música popular norteamericana y en la televisión y el cine.

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