Ali Farka Touré, el blues africano.
Decía que se consideraba más agricultor que músico. “Mis manos son un desastre. Duelen, pero cuando comes el arroz se olvida”. Sin embargo, desde muy joven se aficionó por la música, y tocaba inicialmente el “djerkel”, guitarra de una sola cuerda. Autodidacta, llegó a convertirse en uno de los guitarristas más reconocidos de la historia…