Corría el otoño de 2.009, vivía entonces en San Agustín y pasando por calle Echegaray vi anunciado en el Teatro el concierto de la cantante Pietra Montecorvino. No tenía ni idea de quien se trataba, indagué, me pareció atractivo lo que podría ofrecer, animé a un grupo de amigos y allí que nos plantamos a descubrir a esta napolitana que entonces tendría 47 años, atractiva en su puesta en escena, que rescataba temas del cancionero popular italiano, sirviéndose de arreglos novedosos, para darles un aire completamente distinto. Luego, he conocido a otras cantantes italianos de escaso peso en nuestro país, que han ido en la misma línea. Creo que fue en el mismo Teatro donde compré el disco que presentó y tengo alguno que otro por ahí, que oigo de cuando en vez. . Personalidad arrolladora de vida convulsa, de carácter fuerte que transmite con cierto dramatismo en sus interpretaciones. Pietra Montecorvino, una napolitana de pura y cepa.