Al decir de muchos entendidos en la materia este neoyorkino nacido en 1.934, es el mejor saxofonista soprano de la historia del jazz. Además de instrumentista fue compositor. Su contacto con el jazz fue a través de la fotografía, a principios de los cincuenta, vendiendo las fotos de las grandes figuras de ese momento. Así conoció a su primer profesor: Cecil Scott. Inicialmente compaginó el soprano con el clarinete tocando con los grandes representantes del jazz tradicional de los años cincuenta. Paralelamente conoció al pianista Cecil Taylor, con el que colaboró durante seis años, que le descubre a Thelonious Monk, músico cuyas composiciones e influencia le iban a marcar su trayectoria artística. Participó en las grandes formaciones de Gil Evans y toca con Miles Davis, Eric Dophy, Kenny Burrell, Phil Woods, Wayne Shorter…Bueno y podríamos continuar, pero seguro que os aburro, aunque no puedo dejar de destacar sus colaboraciones con Mal Waldron y con Don Cherry. No es un músico fácil, desconstruye los temas para crear a partir de la desconstrucción, cual hechicero de la música. Ha sido un eficaz explorador de las posibilidades que se entendían limitadas del saxo soprano como instrumento propio del jazz, con el permiso de Sidney Bechet y, por supuesto, de Coltrane. Falleció en 2.004.