El trompetista y compositor estadounidense Wynton Marsalis lanza “The Ever  Fonky Lowdown”, obra musical sobre la libertad democrática, el abuso de  poder, el racismo y la corrupción. – Músicas del mundo

Nacido en 1.961 en la denominada “cuna del jazz”, Nueva Orleans, su padre es el pianista Ellis Marsalis, y el nombre de Wynton obedece a un homenaje que su progenitor quiso rendir al también pianista Wynton Kelly. Marsalis es un trompetista que raya la perfección técnica, que ha sabido reunir y sintetizar las influencias de Louis Armstrong y Cootie Williams, de Dizzy Gillespie en la vertiginosa articulación a ritmo rápido, del Miles Davis de los sesenta en cuanto a la sonoridad velada de la sordina, de Clifford Brown en su sonido metálico y enfoque melódico, y de Lee Morgan en los efectos de articulación, manejo de los pistones etc. O sea, reúne virtudes de los trompetistas más virtuosos de la historia del jazz. Se le achaca, con razón, su escasa creatividad, su escasa originalidad, y ser un exponente del revivalismo del jazz y de beber del legado de otros, de Duke Ellington y del tradicionalismo de Nueva Orleans. Marsalis, desde sus principios, ha alternado su condición de trompetista de jazz con la de trompetista clásico, y en ambas facetas es un fuera de serie en la interpretación como podéis comprobar en las muestras que ofrezco. Lo he visto en varias ocasiones, en Granada, con uno de sus adláteres el pianista ciego Marcus Roberts y en Sevilla, al frente de la Lincoln Center Jazz Orchestra. Su hermano Brandford es más creativo al tenor y al clarinete, otro, Delfeayo aunque le da al trombón anda mas en el terreno de la producción y el más pequeño le da, sin parece que mucho éxito, a la batería. La familia podría formar un excelente grupo. Os dejo con el prodigio de la técnica que es Wynton Marsalis.

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