Reconozco que Michel Camilo no es pianista de mi devoción. Tal vez su efectismo y su acelerada y reiterada forma de percutir sobre el piano me cansa y, en algún concierto m exaspera. Recuerdo un concierto en Málaga con un baterista que más bien parecía miembro de un grupo de rock duro, en el que Camilo parecía estar peleado todo el concierto con las blancas y las negras. Ningún resquicio para un espacio de sosiego nos dio el pianista dominicano de 1.954. El caso es que cuando se toma la pastilla y se tranquiliza, asoma el lirismo pone de manifiesto que no solo sabe lucirse en la percusión sistemática. Y eso ocurre en los dúos con nuestro Tomatito. Tiene tres discos, a cual mejor. Los vi en el Concierto hace un par de ellos y disfruté. Y es eso lo que os invito a escuchar. Temas que son un remanso de paz, tan necesaria en estos días.

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