Françoise Hardy cree que su final está cerca y relata los devastadores  efectos del cáncer

En 1962 De Gaulle convocó un referéndum, para modificar la Constitución de tal manera que el Presidente de la República fuese elegido por sufragio universal. Los franceses pegados al aparato seguían los resultados y en un intermedio musical apareció una joven tímida de apenas dieciocho años cantando “Tous les garçons et les filles”. Al día siguiente, además de hablar de los resultados del referéndum, los franceses cantaban la coplilla y coincidían en advertir que había nacido una estrella. Cantautora, modelo y actriz. Ninguna presentación precisa una de las voces femeninas francesas más  conocidas mundialmente. El aire tímido de la parisina le acompañará toda su vida. Escuchaba de niña en la radio a los grandes de la chanson, aunque pronto le atraería el music hall, el rock and roll, el folk e incluso el jazz.  Comenzó a cantar cuando le regalaron una guitarra y a los dieciséis años ya grabó su primer disco, en la que se incluía esa canción, que había pasado inadvertida. Desde entonces la Hardy es una especie de musa, e inspiración de muchos otros artistas, entre ellos, el mismísimo Bob Dylan y ha grabado numerosos discos y actuado en los mas reputados escenarios.  Su voz suave y dulce, sin duda, es fiel expresión de la emotividad de muchas de sus canciones. Hoy lucha contra un cáncer, pero sigue cantando. Larga vida a la Hardy.

Publicaciones Similares

Un comentario

Los comentarios están cerrados.