Pese a su corta vida (1.935-1.974), la adicción al alcohol contribuyó sin duda a ello, Bobby Timmons tuvo una carrera prolífica en actuaciones y grabaciones. Como muchos, el hecho de nacer en una familia aficionada al culto y a la música góspel marcó su vida, y ya con siete años recibía de un tío suyo clases de piano.
Pianista, vibrafonista y compositor, además de por estar presente como sideman en sesiones memorables de otros líderes y por algunas grabaciones al frente de sus triós, Timmons ha pasado a la historia por la composición de “Moanin”, tema que Art Blakey con sus Jazz Messengers hizo suyo y formaba parte ineludible de sus conciertos. Se lo oí tocar en Granada.
Porque hay que decir que Timmons fue parte de los Messengers en dos etapas de su corta vida, al igual que acompañó a Kenny Dorham, Chet Baker, Dexter Gordon, Hank Mobley, Sonny Stitt, Lee Morgan, Pepper Adams y Kenny Burrell entre otros muchos.
Tal vez no sea considerado lo que se dice un virtuoso, pero sin duda que por el sentido rítmico que imprimía a su toque, por el estilo funky, de su primera época, por su aportación al estilo hard bop, por su genialidad melódica y por su fusión de el góspel y del soul al piano de jazz, Timmons merecería una mayor consideración y recuerdo.