Cantante, pianista, director de orquesta, actor de cine y de teatro, productor, todo eso es este guaperas, nacido en un ambiente jurídico, de madre jueza y padre fiscal, en Nueva Orleans en septiembre de 1.967. El día 11 celebraría los 55. Sin embargo a él le tiraba más la música. Comenzó por el género jazzistico, mas concretamente por el swing para irse deslizando hacia el pop, pero sigue haciéndole guiños al jazz. Asique hay anda, entre Pinto y Valdemoro, como se decía antes. Muy pronto se encontró con la Columbia Records, compañía con la que sigue grabando todos sus discos con desigual resultado. No se puede negar que tiene una muy buena voz, en la senda de Sinatra como Michael Bublé. Un crooner en toda regla y un showman. Lo vi hace bastantes años en el Cervantes y recuerdo que acabó su actuación bailando encima del piano. Prefiero al original, Frank, pero no se le puede negar la calidad a este polifacético artista de irregular trayectoria, a cuyo éxito contribuyó decisivamente formar parte de la banda sonora de la película “Cuando Harry encontró a Sally”, de la que todos recordaremos la famosa escena en la que Meg Ryan, en plena cena fingía tener un orgasmo. Bueno, os dejo con Harry, que no es el que encontró a Sally.