Mahler Foundation

Dicen de Mahler que era un perfeccionista extremo. Mala cosa. Así no se puede vivir. También que era profundamente pesimista, que eso se manifiesta en su música tristona y que todo ello era producto de una personalidad profundamente filosófica. Le atribuyen dos frases “La tradición es simplemente descuido” y que “la sinfonía debe ser como el mundo, debe contener de todo”, y a fe que lo intentó pues son largas la mayor parte de ellas. Discípulo de Bruckner y admirador, como éste de Wagner, Gustav nació en Bohemia en 1860 y murió en Viena en 1911. Tuve la suerte de oír su primera sinfonía la “Titan “ en el Palacio de Carlos V de Granada, interpretada por la Orquesta Sinfónica de Londres hace muchísimo tiempo y, fallo imperdonable, no recuerdo bajo que batuta. Lo oímos en el Adagietto de la Quinta, que se hizo popular por ser parte de la banda sonora de la película “Muerte en Venecia” de Visconti.

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