El director rumano era un genio, de fuerte personalidad e intensa espiritualidad. Cursó estudios musicales en Rumanía, Paris y Alemania, así como estudios de matemáticas y filosofía, llegando a ser catedrático de Fenomenología, La espiritualidad seria consecuencia de abrazar el budismo. Dirigió entre otras las orquestas de la Radio de Berlín, de la Filarmónica de la capital alemana, con Furtwängler, hasta 1954 en que rompió sus relaciones con los responsables de la orquesta por el nombramiento de Karajan, al que menospreciaba, como director titular, en detrimento suyo. También dirigió las de la Scala de Milan, Turín, Nápoles, de la Radio Sueca, Munich y hasta la de RTVE. La elegancia y la eficacia de gesto, son términos claves para entender su técnica, a juicio de los entendidos, que lo consideran el padre de la dirección orquestal del siglo XX. Solía decir que “la riqueza de la música estaba allá donde se pueda percibir el lento y que si se daba prisa en un sonido, se perdía el anterior”. De ahí que las grabaciones de sus obras tienen una duración superior a las dirigidas por otras batutas. Por cierto, diametralmente opuesto a Gloud, Celibidache se esforzaba en crear en cada concierto lo que llamo una “experiencia trascendental”, que no se podía comparar con la música grabada, por la que evitaba entrar en los estudios de grabación. Desde 1950 se negó a publicar grabación alguna porque afirmaba que ninguna grabación capta los matices sonoros del directo, No obstante ello sí existen grabaciones de sus conciertos, que se consideran documentos históricos, algunas de ellas son grabaciones “piratas”. Su repertorio favorito lo integraban los grandes del romanticismo como Beethoven, Brahms o Tchaikovski.
No se cortaba un pelo a la hora de criticar a sus colegas. Karajan, “genio del marketing”, Barenboim, “buen pianista, pero sin capacidad de transmitir ideas como director”, de la violinista Anne- Sophie Mutter, “una gallina que toca el violín”. No parecía ser muy diplomático D. Serguei.
Nacido en 1912, nos dejó en Paris en 1996.