Mi afición por la guitarra viene de la infancia. No sé si la frecuente escucha del “Concierto de Aranjuez” del maestro Rodrigo tuvo algo que ver, posiblemente sí. El caso es que en la Navidad de 1.963 los Reyes Magos me regalaron una guitarra, tenía entonces diez años. Antes había estudiado solfeo. Las clases me las daba con el piano una monja robusta que se llamaba Sor Victoria. Ya con la guitarra di algunas clases con un aficionado que la tocaba bien y creo recordar que estudiaba con un Método que creo recordar que su autor era Regino Sainz de la Maza, una leyenda, aunque con menos relevancia que la que tuvieran Andrés Segovia y Narciso Yepes. Bueno el caso es que mi profesor se tuvo que ir de mi pueblo y me quedé sin clases. No tuve la voluntad de seguir. Hoy tengo una guitarra en casa. Sólo la acaricio de vez en cuando.
Viene todo esto a cuento del protagonista de esta publicación, Vicente Amigo. Sevillano de Guadalcanal de 1.967, aunque cordobés de adopción, empezó a tocar la guitarra a los ocho años, recibiendo clases de flamenco con profesores de “El Tomate”, y a los quince ya dio la primera gira por Europa. Formó parte del gran Manolo Sanlúcar, y acompaño al “Pele” y a Camarón en el disco “Soy Gitano”. Comenta que “no sabe si él y su guitarra son amigos o enemigos inseparables”. Reconocido por su virtuosismo ha recibido numerosos premios y ha recibido ofertas para compartir escenarios o compartido escenarios con Stanley Jordan, John McLaughlin, David Bowie, Al Di Meola, Keith Richards, Bob Dylan…Ha grabado numerosos discos e innova, porque investiga nuevas fórmulas estéticas y sonoras, siempre partiendo de las raíces hispanas, pero con la proyección universal.