En la línea del gran Bill Evans, el pianista que hoy nos visita era, pese a su pequeñez motivada por la osteogénesis que padeció, un grande. Dotado de una inmensa técnica que le permitía dominar todos los registros y todos los formatos, el francés Michel Petrucciani poseía una potencia sonora elevada, al tiempo que una digitación delicada, muy sutil, sabiendo crear una atmósfera envolvente e intimista. Tuve la suerte de verlo al menos en tres ocasiones, en Donosti, Sevilla, en formación de trío y aquí en Málaga, en solitario. Fue en el festival de 1988. Conciertos memorables y exquisitos todos ellos. A los  dos meses  de su concierto en el Cervantes murió. Había nacido en Orange en 1962. Lo vamos a escuchar en varios temas, entre ellos su emblemático «Home», y una versión del archiconocido tema de Consuelo Velázquez, «Bésame mucho», que aquí coge aires de marcha fúnebre. A destacar la economía de notas del piano, no necesitaba más para expresar. ¡Un genio Monsieur Petrucciani¡

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