Sin título


Debió ser por el 1989 o 1990, cuando, en mis idas y venidas de los juzgados al despacho, empezaba a encontrarme en calle Nueva a un saxofonista que atacaba standars y temas de Parker y Coltrane con una personalidad singular y un sonido propio totalmente alejado de los clichés. Cuando podía me paraba a oírlo y, a veces, me llegaba su música hasta mi despacho.
Una noche me lo encontré en el “Cantor de jazz”. Estaba tomando mosto, entablé conversación con él y supe que era Malik. Había oído hablar de este músico, que además de saxofonista, también era pianista y compositor. Sabía de su existencia, pero no lo había oído ni lo reconocí. Miguel Cantor lo  acogió un tiempo en su casa. Malik iba a todas partes con su saxo y un Lp suyo en la mano.
Tuvo una vida azarosa. Era insobornable, no se casaba con nadie, y su forma poco asequible de tocar no facilitaba que fuera contratado y, además Malik no se plegaba  fácilmente a  las condiciones contractuales que pretendían  imponerle los escenarios. En Madrid, aunque tocara  con frecuencia en el “Populart”, andaba más por la zona del Metro de Callao,  y aquí en Málaga lo hizo en el Cantor y en el ” Blue Sax” , aquel, por desgracia,  efímero club de jazz que montó Javier Denis, otro saxofonista insobornable, en Pedregalejo.
Malik fue muy apreciado por sus compañeros de profesión,  y algunos lo ponían a la altura de Charlie Parker.
Anduvo por Nueva York, por San Francisco y vivió durante un tiempo en Egipto, donde formó una orquesta que tocó   para Nasser, y también visitó Etiopía, donde le nombraron “rey del jazz”.  Visitó la cárcel en dos ocasiones: de joven por negarse a enrolar el ejército para acudir a Vietnam, y en la cárcel de Minessota permaneció tres años, en los que aprendió árabe y se convirtió al Islam. Más  tarde el motivo fue la posesión de marihuana.
El director del Festival de Jazz de 1995, mi entrañable amigo Javier de Cambra, ya desaparecido, le rindió honores y Malik abrió el Festival y su fotografía formó parte del cartel que lo anunciaba.   Se presentó en el escenario reivindicando que había nacido a cinco manzanas de donde había nacido Parker en Kansas City. Malik estuvo en todas las jams de ese Festival. En la aquellas noches memorables, se lo podía ver antes de tocar en un rincón, saxo en ristre, concentrado y taciturno. Pero cuando tocaba era una explosión de fuego y energía.
Hay pocas referencias en Youtube de Malik Yakub. De ahí que no cuelgue nada. Murió en octubre de 2012. Creo recordar que publiqué un obituario en el diario Sur.
 

Publicaciones Similares