Cuando, en plan aficionado, he ejercido de pinchadiscos en alguna fiesta o en algún garito de amigos, sabedor era que con este grupo la diversión estaba garantizada. Su música convocaba a la animación y al baile. Tuvo una vida efímera, pero fructífera. Se disolvió en 1972, pero durante casi todo el lustro anterior alegró nuestras vidas. Con su rock sencillo y eficaz fueron el contrapunto perfecto a la psicodelia y a la música experimental. Partiendo de ritmos de los viejos blues sureños y del folk de de las regiones pantanosas, se les puede considerar representantes del country rock, aunque no me gusten las etiquetas. Su líder John Fogerty aún sigue dando guerra. Con ustedes “Credence Clearwater Revival”, o como los llamabamos simplificando: los Credence.