El espíritu de Bill Evans, hizo acto de presencia.

Decía Bill Evans “que lo único importante para entender la música en toda su profundidad es saber escuchar”. Y eso fue lo que hizo el numeroso público que acudió en la noche de ayer al salón de actos de la Escuelas Ave María para presenciar el concierto de Daniel Andrades Trío, acompañado por la Orquesta de Cámara OCAM dirigida por Tete Leal.

“Emily”, “You most believe in spring”, “The Peacoks”, “Two lonely people”, “Granadas”, “Prelude”, “Pavana”, “My foolish heart”, Waltz for Debbie” fueron algunos de los temas que pudimos saber escuchar y sentir de la mano del pianista Daniel Andrades, que los fue presentando,l en compañía de un magnífico Francis Posé al contrabajo y de un contenido, porque la ocasión lo requería, pero eficaz Ramón López a la batería, todos ellos arropados por la Orquesta sabiamente dirigida por Tete Leal.

Aunque la sonoridad no fue la deseada y la que merecía tal evento, el resultado fue muy satisfactorio, al tenor de los comentarios de aprobación y satisfacción del respetable que aplaudió largamente a los músicos.

Para el final Andrades nos regaló un precioso “Danny Boy”, al estilo del maestro Bill Evans, al que se homenajeaba y que protagonizó el concierto interpretando gran parte de los temas de su disco “Bill Evans with Symphony Orchestra” y otras composiciones o arreglos del legendario pianista.

Sabido es que Bill Evans es uno de los más influyentes músicos del jazz de la historia, que es uno de los artífices de la concepción del trió como formación esencial en el género. Cada una de sus grabaciones es una maravilla, una delicia para los oídos, pura sensibilidad y poesía. (Ver si os place la entrada del blog, “Bill Evans, el jazz hecho poesía”.

Pues bien, el espíritu de Bill Evans, gracias a los músicos que nos ofrecieron su música, acudió al concierto y estuvo presente durante el desarrollo del mismo para nuestro goce y disfrute.